COMUNICADO DE LAS FEDERACIONES DE PERSONAS SORDAS DEL PAIS VASCO 

UNA VEZ MÁS LAS PERSONAS SORDAS- ALUMNADO, PACIENTES- CUIDADANIA 

DE SEGUNDA: “INCOMUNICADOS E INVISIBLES”

INICIO DE CURSO ESCOLAR 

SIN MASCARILLAS TRANSPARENTES HOMOLOGADAS PARA EL ALUMNADO

SORDO 

Desde el movimiento federativo de familias y personas sordas de Euskadi – FEVAPAS (AransGi, ASPASOR y Ulertuz) y EUSKAL GORRAK (Federación Vasca de asociaciones de personas sordas)– queremos dar a conocer la situación, lamentable e intolerable, en la que nos encontramos, a puertas del comienzo del curso escolar en cuanto a la falta del material imprescindible – mascarillas transparentes HOMOLOGADAS – no sólo para la  plena inclusión del alumnado sordo en el medio educativo, sino también para la accesibilidad, igualdad de oportunidades y pleno ejercicio de sus derechos de todas las personas con discapacidad auditiva en el resto de ámbitos de la sociedad: sanitario, judicial, ocio, etc. 

 Las personas sordas en nuestro día a día debemos hacer frente a barreras de comunicación en todos los ámbitos, incluyendo también un sistema educativo pensado por y para normo-yentes que se adapta de forma parcial al alumnado sordo mediante profesorado de apoyo competente en lengua de signos y otras herramientas comunicativas y pedagógicas, como intérpretes de lengua de signos, recursos tecnológicos…. En esta “nueva situación”, a la precariedad anterior, se suman las carencias propias de las medidas de la pandemia. 

 La Covid-19, nos ha obligado a llevar mascarillas, protectores faciales, mamparas y a mantener distancia de seguridad por imperativo sanitario. Elementos, todos ellos, que abocan a las personas sordas a una exclusión comunicativa que, una vez más, les aísla e impide interactuar, adecuadamente, con su entorno y la sociedad en general  

El uso de la mascarilla higiénica o quirúrgica común, supone el incrementar unas barreras de comunicación ya existentes. Disminuyen de forma importante la intensidad de la señal auditiva e imposibilitan la lectura labial, distorsionando los sonidos del habla, generando un incremento de pérdida de información terrible tanto con sus compañeros y compañeras como con el profesorado.  

Además, ocultan la boca y gran parte de la cara, con lo que las personas sordas no pueden beneficiarse del apoyo en la lectura labial ni en la información aportada por la expresión facial y los componentes faciales de la lengua de signos. Es evidente que esta situación de incomunicación e inseguridad tiene una gran implicación desde el punto de vista emocional, generando una alta ansiedad en las personas sordas. 

Desde marzo, el movimiento asociativo hemos estado trabajando e intentando que los diferentes departamentos implicados diesen respuesta a las peticiones del colectivo en cuanto a los requisitos de accesibilidad de las mascarillas transparentes HOMOLOGADAS. A lo largo de todos estos meses desde el centro de investigación Tknika dependiente de la Viceconsejería de FP de Educación, han anunciado, en diferentes medios de comunicación, que, a corto plazo, iba a ser posible disponer de las mismas.  

Estas mascarillas transparentes homologadas no están dirigidas a las personas sordas, sino, especialmente, a sus interlocutores: profesorado, compañeros y compañeras, familia, sanitarios…. 

Sabiendo de la dificultad de un proyecto pionero, desde el movimiento asociativo hemos depositado toda nuestra confianza en la capacidad investigadora del centro Tknika y en el apoyo que el Departamento de Educación iba a proporcionar a este proyecto, clave para el proceso educativo, emocional y social del alumnado sordo. Para poder acceder a una educación de calidad, en igualdad de condiciones que el resto del alumnado con plena accesibilidad y seguridad garantizadas. Sin embargo, nuevamente los derechos educativos del alumnado sordo quedan en entredicho y nos sentimos defraudados.  

Se intenta compensar éste con una compra de mascarillas transparentes homologadas que no existen. Las que conocemos y hemos probado hasta ahora no funcionan: No son transpirables, se empañan muchísimo, no son barreras respiratorias, son de caucho, tienen escasa durabilidad y un alto coste… Si desde un principio se nos hubiera hablado sobre la imposibilidad del proyecto, hubiéramos volcado todas nuestras energías en buscar soluciones, aun parciales, que facilitaran la accesibilidad comunicativa de las personas sordas y del alumnado en particular 

 Además, ocultan la boca y gran parte de la cara, con lo que las personas sordas no pueden beneficiarse del apoyo en la lectura labial ni en la información aportada por la expresión facial y los componentes faciales de la lengua de signos. Es evidente que esta situación de incomunicación e inseguridad tiene una gran implicación desde el punto de vista emocional, generando una alta ansiedad en las personas sordas. 

Desde marzo, el movimiento asociativo hemos estado trabajando e intentando que los diferentes departamentos implicados diesen respuesta a las peticiones del colectivo en cuanto a los requisitos de accesibilidad de las mascarillas transparentes HOMOLOGADAS.

A lo largo de todos estos meses desde el centro de investigación Tknika dependiente de la Viceconsejería de FP de Educación, han anunciado, en diferentes medios de comunicación, que, a corto plazo, iba a ser posible disponer de las mismas.  

Estas mascarillas transparentes homologadas no están dirigidas a las personas sordas, sino, especialmente, a sus interlocutores: profesorado, compañeros y compañeras, familia, sanitarios…. 

Sabiendo de la dificultad de un proyecto pionero, desde el movimiento asociativo hemos depositado toda nuestra confianza en la capacidad investigadora del centro Tknika y en el apoyo que el Departamento de Educación iba a proporcionar a este proyecto, clave para el proceso educativo, emocional y social del alumnado sordo. Para poder acceder a una educación de calidad, en igualdad de condiciones que el resto del alumnado con plena accesibilidad y seguridad garantizadas. Sin embargo, nuevamente los derechos educativos del alumnado sordo quedan en entredicho y nos sentimos defraudados. 

Se intenta compensar éste con una compra de mascarillas transparentes homologadas que no existen. Las que conocemos y hemos probado hasta ahora no funcionan:   No son transpirables, se empañan muchísimo, no son barreras respiratorias, son de caucho, tienen escasa durabilidad y un alto coste… Si desde un principio se nos hubiera hablado sobre la imposibilidad del proyecto, hubiéramos volcado todas nuestras energías en buscar soluciones, aun parciales, que facilitaran la accesibilidad comunicativa de las personas sordas y del alumnado en particular 

 Todas las publicaciones del Departamento de Educación referentes a las necesidades relacionadas con la COVID-19 hacen hincapié en la necesidad de dar respuesta a los colectivos “más vulnerables”, sin embargo, en nuestro caso, no se están teniendo en cuenta las Barreras Comunicativas con las que se va a tener que enfrentar el alumnado con sordera en el medio escolar y las consecuencias de todo tipo que estas situaciones van a acarrear a cada uno de ellos y ellas. 

Sabemos que las mascarillas transparentes no van a solucionar los problemas de integración, las barreras de comunicación a las que nos enfrentamos las personas sordas, es necesario continuar sensibilizando, informando y trabajando en una estrategia transversal de atención a las personas sordas que garantice el desarrollo autónomo, plena ciudadanía y el respeto a sus derechos fundamentales. No obstante, aunque las mascarillas transparentes no supondrían una solución, sí son una ayuda indispensable para garantizar la accesibilidad comunicativa de las personas y muy especialmente en el medio educativo.  

En vísperas de volver a las clases nos encontramos con que el alumnado sordo en particular y el colectivo de personas con pérdida auditiva en su conjunto, sienten un total abandono por parte de las instituciones públicas vascas.  

Exigimos, tras este proceso decepcionante, la búsqueda de soluciones inmediatas a esta situación, así como las explicaciones públicas de las medidas que se van a adoptar respecto de las mascarillas transparentes homologadas y otras medidas (EPIs) relacionadas con las barreras de comunicación del alumnado con sordera en el entorno escolar.